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Naturaleza de La Experiencia Alvernia

 

 ¿Qué es la Experiencia Alvernia?

 La Experiencia Alvernia se inspira en aquella “experiencia” vivida por Francisco de Asís en su juventud y en su madurez: por el año 1224. Es una experiencia de búsqueda y de encuentro que tuvo como punto de partida: “el encuentro de Francisco con el Cristo de San Damián” pasando por un largo proceso de “descubrimiento y conversión” de una nueva vida en Jesucristo, hasta llegar a los  momentos culminantes de aquella “Experiencia Alvernia”, una experiencia de cumbre, una experiencia de retiro, de silencio y de oración. 

En la Experiencia Alvernia de Francisco hay por lo menos tres momentos o coordenadas que desde el punto de vista espiritual, nos ofrece la oportunidad de realizar un itinerario de renovación y conversación.  

Esto es:

  • La experiencia de San Damián: Francisco ante el Cristo es una experiencia de búsqueda, de silencio y de escucha.

  •  La experiencia en la Porciúncula: es una experiencia de redescubrimiento del Evangelio -palabra de Dios como programa de vida.

  •  La experiencia en la Montaña del Alvernia: es una fuerte  experiencia de encuentro e identificación con Cristo en el Espíritu Santo de la fe.

Francisco podía decir plenamente con San Pablo: 

“ya no soy yo quien vive sino es Cristo quien vive en mi y llevo en mi cuerpo las señales de Jesús”  (Gal 6, 14-18)  

La Experiencia Alvernia hoy, quiere ser un ALTO EN EL CAMINO, cuyo objetivo es hacer que los jóvenes reflexionen sobre el ritmo y dirección de su “caminar por esta vida”. Hacerles sentir la aceleración en que se vive y la necesidad de hacer un “alto en el camino”.  

Esta Experiencia se inserta en la espiritualidad  de la cruz de la cual se inspira la espiritualidad de San Francisco de Asís. Esto es: la contemplación del misterio del Amor supremo que el Padre  demostró al género humano al darnos a su propio Hijo Jesús quien dio su vida por la salvación y rendición de todos los hombres y mujeres.  

Por tanto, es una experiencia de “revisión de vida”; dónde se toma conciencia de “¿cómo he vivido francamente mi vida?” Y hacer una sincera y humilde confrontación con el Señor   a lo largo de las diversas reflexiones que se dan, hasta llegar al momento culminante de la celebración de la consagración del joven a Cristo, en la cual, luego de una profunda oración liberadora y reconciliadora, el joven es invitado a ir al encuentro de Jesús en el Santísimo para pedirle su luz, su fuerza, su espíritu,  para dar un nuevo sentido a su vida. 

La Experiencia Alvernia es “una experiencia de dolor y de amor”.

De dolor al reconocer los pecados cometidos y, de amor al reconocer el Amor del Padre manifestado en Jesucristo que padeció, y murió y resucito para darnos una nueva vida. Se experimentan el Amor de Cristo de una manera nueva, especial y personal que entra como una tempestad en el alma de los jóvenes. 

La Experiencia de Francisco consistió en que, después de una larga noche obscura del alma, al amanecer, después de un coloquio amoroso entre Francisco y el Señor, Francisco habiendo recobrado la certeza de que Dios era todo para él, dirigió al Señor una doble petición: 

“que yo sienta en lo posible para un hombre, los dolores de tu pasión y, que sienta en lo posible para un hombre, el amor tan grande y profundo que te movió a dar tu vida por todos los hombres” 

Entonces, desde el cielo descendió como un meteoro incandescente la visión de un serafín crucificado. Los aires se expandían de dulzura. Jesús era fuego, energía, fuerza, dolor y gozo que se abatían sobre el alma y el cuerpo de Francisco. 

A simple vista, la aparición semejaba un serafín cubierto con  seis alas ígneas. Pero al aproximarse la visión, Francisco, pudo observar que por debajo de las alas se podía ver la figura de un hombre crucificado. El delirio se apodero de Francisco: era miedo, júbilo, admiración, pena infinita, gozo enloquecedor   y dolor sobrehumano. Era como si en ese momento, todas las espadas del mundo, juntamente con todos los panales de la miel de la tierra, cayeran sobre Francisco. Francisco se sentía morir, todo su cuerpo se estremecía. Fueron momentos en los cuales realmente estuvo al borde de la muerte. 

Le parecía estar en medio de una furiosa tempestad. De pronto sintió la misma impresión que si hubiera caído un rayo luminoso sobre su cuerpo. Lanzo un grito desgarrador, preso de un dolor sin límites.

  

Luego dudaba si era dolor o placer. A los pocos minutos sintió como si otro rayo de luz incandescente se hubiera abatido abrasadoramente sobre todo su cuerpo. Y así se le descargaron como cinco rayos.

 

Francisco llega a pensar que había llegado su última hora, y ya estaba reducido a cenizas. Se había llegado a la consumación: Francisco estaba crucificado. 

Desapareció la visión, Francisco tuvo la visión de que se había calmado la tempestad y de que todo volvía a la normalidad. Pero a la luz de la aurora, pudo comprobar que en sus manos y pies y su costado había heridas, sus manos y pies estaban    traspasados y manaba mucha sangre. . .  (Cfr. El hermano de Asís,  pp. 358-359) 

Por tanto, la EXPERIENCIA ALVERNIA, es una experiencia de encuentro con uno mismo, con los demás y con el mismo Dios.

 

Esta experiencia de encuentro tiene como objetivo: la realización de una “introspección” personal y comunitaria con el fin de que los jóvenes vean y analicen sus propias realidades: personal y comunitaria; una vez realizado este análisis  de la realidad los jóvenes juzguen y decidan las maneras de actuar para corregir o mejorar su propia realidad tanto personal como comunitaria.

 

El objetivo de la Experiencia. 

Además de lo que hemos dicho desde el punto de vista de la experiencia espiritual, de acuerdo al P. O P. en materia de Pastoral Juvenil, esta experiencia tiene como Objetivo General: Impulsar y fortalecer la formación integral en los jóvenes y adolescentes así como en asesores, promoviendo el continuo análisis de la realidad a la luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia para que sean sensibles a los problemas y las soluciones de su comunidad familiar, social y eclesial. 

 

Que tomen conciencia de que somos Iglesia y que hemos de fomentar la fraternidad y la comunión entre nosotros a través de acciones concretas, compartiendo nuestras experiencias y recursos, como parte de la pastoral juvenil diocesana, construyendo el Reino de Dios aquí y ahora. . . teniendo a Jesús como modelo, vayan formulando su proyecto de vida” (cfr. Boletín Eclesiástico, n 4, Abril 30, 1991; Mensaje de Cuaresma y Pascua del Cardenal Juan Jesús Posadas, 1988.) 

La Experiencia Alvernia quiere ser, un punto de partida para lanzar al joven a transformar al joven, con su testimonio de vida, una realidad familiar y social que“amenaza ruina", por lo que se ofrece al joven, primero, una formación y una experiencia humana y cristiana que lo lleve a una realización personal, a un compromiso consigo mismo, luego a una apertura hacia los demás y con Dios. Y por esto, los primeros partícipes convocados en la realización y acompañamiento de la continuidad de esta experiencia son: los padres, quienes se les invita a recibir a sus hijos después de la Experiencia Alvernia. 

 


Las fuentes inspiradoras. 

Básicamente son tres las fuentes inspiradoras de la Experiencia Alvernia: 

  • a) Las fuentes Bíblicas

  • b) Las fuentes Inspiradoras Franciscanas

  • c) Las fuentes Eclesiales (Las ideas Franciscanas inspiradoras)

a)     Las Fuentes Bíblicas.  

Encontramos en la Sagrada Escritura, bastantes pasos que sirven de “fuentes inspiradoras”, pero al no poder abarcarlas todas, nos limitamos a señalar algunos de los más importantes y significativos. 

1° Cuando los 72 discípulos volvían de su primera misión, ya en apostólicas. Luego que el Señor les escuchó y les dejó que se desahogaran de sus emociones, les dijo: 

“Vengan a retirarse conmigo a un lugar desierto para que descansen un poco. . . ”

Nosotros, como aquellos discípulos hemos dedicado nuestras energías durante todo el tiempo al ejercicio del estudio, del trabajo y tantas actividades. Al hacer ahora  “Un alto en le camino” ante nuestras energías puestas a su servicio o no; Jesús, después de escucharnos nos invita a “buscar un lugar apartado y silencioso para que en la soledad de retiro podamos encontrar reposo” 

¿Con qué fin?

Para que aquí en la soledad del retiro podamos hablarle a solas, para contarle en lo secreto nuestros problemas e inquietudes y escuchar sus soluciones, sosegar en su presencia nuestro espíritu y repara nuestras fuerzas desgastadas. 

2° Al terminar su predicación, Jesús despidió a la gente, entonces solía recogerse con sus apóstoles en lugares apartados y allí en la intimidad, les exponía más clara y abiertamente su doctrina: 

“A ustedes se les ha dado a conocer los misterios del Reino de Dios, a los demás sólo en parábolas. . .” (Mc 4, 11) 

3° “No son los sanos, sino los que están enfermos los que necesitan de médico. Vayan, pues, y comprendan lo que significa: misericordia quiero y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocausto; porque son los pecadores y no los justos a quienes he venido a llamar” (Mt 9, 12-18) 

4° “Vengan a mí, todos los que están cansados y agobiados. . . ” (Mt 11, 28-29) 

5° Jesús es el Modelo constituido por el Padre. En el río Jordán se dejó escuchara la voz del Padre que lo proclama como su Hijo en quien tiene su complacencia, invitándonos a convertirnos en sus discípulos (Cf. Mt 17,5): 

“Este es mi Hijo muy amado en quien tengo puestas mis complacencias, escúchenlo. . .” 

La Nueva evangelización tiene como finalidad formar hombres y comunidades maduras en la fe y dar respuesta a la nueva situación que vivimos. Tiene como tarea  el suscitar la adhesión personal a Jesucristo y a la iglesia de tantos hombres y mujeres bautizados que viven sin energía el cristianismo, han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconoce ya como miembros de la iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y su evangelio. El contenido de la nueva evangelización es Jesucristo, evangelio del Padre, que anuncio con gestos y palabras que Dios es misericordioso con todas sus criaturas, que ama al hombre con un amor sin limites y que ha querido entrar en su historia por medio de Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros, para liberarnos del pecado y de todas sus consecuencias y para hacernos participes de su vida divina. 

En Cristo todo adquiere sentido. Él rompe el horizonte estrecho en que el secularismo encierra al hombre, le devuelve su dignidad y su verdad de Hijo de Dios y no permite que ninguna realidad temporal, ni los estados, ni la economía, ni la técnica se conviertan para los hombres en la realidad última a la que deban someterse. Evangelizar es anunciar al hombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Anisarte, Hijo de Dios. 

Esta evangelización tendrá fuerza renovadora en la fidelidad a la palabra de Dios, su lugar de acogida en la comunidad eclesial, su aliento creador en el Espíritu Santo, que crea en la unidad y la adversidad, alimenta la riqueza carismática y ministerial y se proyecta al mundo mediante el compromiso misionero. 

Esta nueva evangelización debe ser nueva en su ardor, nueva en sus métodos y en su expresión. (Cfr.   Doc.  Santo Domingo  n  26ss.).

 

  • Conviene recordar que, gracias al concilio Vaticano II, se ha venido profundizando sobre el concepto de “pastoral”. El concilio proclamo la importancia, la naturaleza y la autonomía de las realidades temporales, que no se han de instrumentalizar, si no que se deben respetar y promover según los fines que Dios ha querido al crearlas. Es necesario canalizar tales realidades terrenas hacia una síntesis vital que las incorpore a la labor evangelizadora de la iglesia con miras a la instauración del Reino de Cristo.

Por consiguiente, la pastoral impregna todo el quehacer del hombre, transfigurándolo con la fe. La fe es el criterio que orienta, es la pauta que coordina y da todo un significado cristiano. Ahora bien, esto se refiere no solo a las actividades de la iglesia sino también a todos los quehaceres propios de la sociedad, ya que el pueblo de Dios debe ser “un verdadero sacramento universal de la salvación”. 

El primer elemento pastoral es la actual situación del hombre con los problemas complejos de una cultura emergente y de la apremiante reestructuración social. El hombre de hoy necesita, igual que ayer, del evangelio, pero como una respuesta de Dios a interpelaciones nuevas. 

  • Los jóvenes ejercen en la sociedad actual una fuerza de extraordinaria importancia. Este aumento de la importancia de las generaciones jóvenes en la sociedad exige de ellos una correspondiente actividad apostólica, a la cual los dispone su misma índole natural. Madurando la conciencia de la propia personalidad, impulsados por el ardor de la vida y por un dinamismo desbordante, asume la propia responsabilidad y desean tomar parte en la vida social y cultural. Este celo si esta lleno del espíritu de Cristo y se ve animado por la obediencia y el amor a los pastores de la Iglesia, ofrece la esperanza cierta de frutos abundantes.

 

Los jóvenes deben convertirse en los primeros e inmediatos apóstoles de los jóvenes, ejerciendo el apostolado personal entre sus propios compañeros  (cfr. Apotolicam Actuositatem n 12.)Y es aquí donde emerge nuestra acción pastoral, en al perspectiva de la opción preferencial por los jóvenes a quienes contemplamos como “ una juventud que camina, aun sin darse cuenta, al encuentro de un Mesías, Cristo, quien camina hacia los jóvenes” y sabemos que “ solo él hace verdaderamente libre al joven” y por tanto, creemos que este es el Cristo que debe ser predicado a los jóvenes en la Experiencia Alvernia: Un Cristo liberador integral, quien por el espíritu santo ofrece a todo joven la inserción en un proceso de conversión continua  (cfr. Doc.  Puebla nn  1178 y 1183.)  

 

Cristo, Jesús, comprende las debilidades y las inquietudes de los jóvenes, los sorprende en sus inconformismos que todo lo cuestiona, observa su espíritu de riesgo que los conduce a compromisos y situaciones radicales; Jesús tiene en cuenta esa capacidad creativa para dar nuevas respuestas al mundo que camina  y que aspira a mejorar siempre como signo de esperanza. Jesucristo recoge sus aspiraciones personales de libertad y los contempla como signo de gozo y de felicidad, muy sensible a los problemas sociales. Jesús sabe que el joven es exigente en cuanto a la autenticidad y sencillez, rechazando con rebeldía un medio ambiente invadido de hipocresías y antivalores. 

  • Nosotros queremos ver en el joven, un sacramento de renovación tanto de las realidades terrenas como de las espirituales. El joven debe ser un agente dinamizador tanto en familia como en su participación en los demás grupos humanos como son: La escuela, la universidad, el taller, la fábrica, la política, la cultura, la ciencia, la economía.

Ahora bien, hemos de tener conciencia de que lo que más confunde y desorienta al joven, es la amenaza a su exigencia de autenticidad por el ambiente adulto que en muchos casos manifiesta incoherencia y manipulación. 

Además, los conflictos generacionales no resueltos, una nueva civilización de consumo, una civilización que hace de los instintos, las drogas, el sexo y el ateismo, quizás los únicos modelos, negándole bajo pretexto de libertad las alternativas morales y espirituales autenticas. 

Sin embargo, “la juventud camina, aun si darse cuenta, al encuentro de un Mesías, Cristo, quien camina hacia los jóvenes. Solo él hace verdaderamente libre al joven. Este es el Cristo que debe ser  presentado a los jóvenes: Como un liberador integral, quien por el espíritu de las  bienaventuranzas ofrece a todo joven una inserción en un proceso de conversión constante” ( Doc.  Puebla  nn  1183 y 1166.) 

  • Los jóvenes deben sentirse que son iglesia, y no un simple añadido de personas de poca experiencia y de poca edad, deben experimentar a la iglesia como un “lugar de encuentro, de comunión y de participación” a fin de anunciar y denunciar el evangelio frente a graves estructuras de pecado que aprisionan a los demás jóvenes.

Por todo esto, queremos ofrecer en la Experiencia Alvernia: Una Experiencia de Dios que, de acuerdo con la pastoral diferencial y orgánica tenga encuentra la realidad personal, familiar, social, económica, política y cultural de los jóvenes. La Experiencia Alvernia quiere ser una experiencia de Dios que atienda a la profundización y al crecimiento de la fe para una comunión con Dios y con los demás; Que oriente la opción vocacional de los jóvenes, que les brinde los elementos suficientes para convertirse en lideres cristianos capaces de ser fermento de cambio y de renovación. En fin, que les ofrezca canales eficaces para la participación activa y efectiva de la Iglesia y en la transformación de esta civilización fundada en el amor, la justicia y la paz. 

 b) Las fuentes inspiradoras franciscanas.

  El seguimiento de Jesucristo por san Francisco de Asís estuvo marcado por el encuentro con el crucificado de San Damián, con el encuentro con el leproso y,  por la escucha (redescubrimiento) del evangelio de la capilla de santa Maria de los Ángeles. Estas experiencias lo hicieron crecer en su amor apasionado por el señor Jesucristo pobre y crucificado, hasta llegar a la plena identificación y unión con Él en el silencio, en la soledad y en las alturas de la montaña de la Alvernia.

Esta  " fuerte experiencia de Dios como padre y sumo bien" dejó impreso en el alma de Francisco un espíritu fuerte y profundo de contemplación y celo Apostólico que lo condujo a tomar una actitud de autentico serafín y de auténtico varón apostólico. 

  • El don que le fue concedido a Francisco fue el de comenzar a ser penitencia con el consiguiente desenlace de un proceso de renovación y conversión continua que transformo en dulces aquellas cosas que antes le parecían amargas. Francisco fue inducido a abandonar la mentalidad y las actitudes de su tiempo, se despojo de sí mismo a una gradual conformidad (identificación y adhesión) con Cristo  (cfr. Testamento 1,3-4).

 Pues bien este itinerario de Francisco se nos presenta como un modelo para la vida de los jóvenes llamados también a recorrer el mismo camino hasta alcanzar la plena imagen y semejanza de Cristo (cfr. Efe  4, 13), fieles a la misión de anunciar el evangelio a todas las gentes (cfr. A.G.  Nn 2.5.10.13.21.36.41). 

Según L.G. n 39, la vida de todo creyente está llamada a seguir mas de cerca de Jesucristo, movidos por el espíritu santo, fieles a la propia vocación universal a la santidad, en un continuo camino de conversión. 

La vida de búsqueda y seguimiento de Cristo esta apoyada por una experiencia de fe, alimentada por la palabra de Dios en Jesucristo por la potencia del espíritu santo en el silencio, en el retiro y en la soledad de una vida dialogal con Dios. 

Los jóvenes contemplan el amor infinito del padre hacia ellos y son conducido a buscar y a encontrar a Jesucristo en las Sagradas Escrituras, en la propia historia, en cualquier aspecto de sus vidas, en sus familias y en todas sus criaturas de la creación, en una continua obra de discernimiento para reconocer la acción del espíritu del Señor y su santa operación. 

  • Al inicio de la Experiencia Alvernia se les pregunta a los jóvenes:

¿ A que has venido?  ¿Qué es lo que esperas encontrar?  ¿Cuáles son tus temores y esperanzas?  ¿Que estas haciendo aquí?  ¿Has venido a perder o a ganar tiempo? 

Con estos cuestionamientos se busca motivar al joven a dar una respuesta sincera, humilde y clarificante respecto a sus intenciones ante la llamada que el Señor le dirige: "conviértete y cree en el Evangelio" ( Mc 1, 15). 

En al Experiencia Alvernia, deseamos vivir según el evangelio y meditar los misterios de la vida del joven en donde el Señor se ha hecho presente en las diversas situaciones que conforman su propio Vía Crucis, donde Cristo vuelve a padecer en la carne propia de los jóvenes. El joven contempla a Cristo en su pasión, en su muerte y en su Resurrección. Se quiere reactivar en el joven un proceso de conversión, de cambio de actitudes y de conductas. Esto es, ser una persona renovada en Cristo y, como Francisco, la vida del joven se convierta gradualmente en una oración viva de acción de gracias y de alabanza que celebre la presencia y la acción amorosa de Dios en su vida. 

  • A través de oración  común, los jóvenes profundizan en los deseos de servir a los demás con un espíritu alegre. Sirviendo a los demás honran y adoran al Señor con sencillez y fraternidad, dentro de la iglesia.

  • Se viene a un lugar apartado, lejos de la casa familiar, lejos del barrio, lejos de las actividades de la vida ordinaria como el estudio o el trabajo; nos apartamos de la Parroquia, aunque sin olvidar que se pertenece a ella, para realizar un alto en el camino y vivir lo que llamamos: La Experiencia Alvernia. Pues bien:

¿Qué es la experiencia Alvernia?

Antes que nada, hemos de decir que la experiencia Alvernia no es un lugar determinado ni depende de un lugar determinado; tampoco consiste en las charlas que ahí se dan. La Experiencia Alvernia es, ante todo, una apertura, una respuesta: Una actitud del joven ante sí mismo, ante los demás y, sobre todo, ante Dios. 

  • La Experiencia Alvernia es una actitud con la cual se reúnen los jóvenes para realizar una " Experiencia de retiro, de soledad para entrar en el tiempo y  en el silencio de Dios mediante un proceso de purificación, conversión y crecimiento interior".

  • Hemos de destacar que Francisco nunca entendió la experiencia de Dios como el ejercicio de una "técnica" o de una especie de  "entrenamiento espiritual" para llegar, por los propios esfuerzos a vivir la experiencia de Dios. Por tanto, esta experiencia de fe no es por ningún motivo una especie de " fuga del mundo".

  • En la experiencia Alvernia, juega un papel esencial las disposiciones del joven: La apertura a la participación libre y voluntaria  a las diversas dinámicas y actividades específicas, tales como la oración personal y comunitaria, el canto, las celebraciones, los compartieres, la sensibilización del objetivo de este encuentro y hacer de esta experiencia un verdadero alto en el camino para realizar en forma honesta un análisis de nuestra vida y optar por el camino de Cristo nos ofrece. 

c) Las Fuentes Eclesiales. Las ideas franciscanas inspiradoras.

Veamos ahora, las ideas inspiradoras de esta experiencia de encuentro con el Señor: 

1º La experiencia de Francisco en la iglesia de su tiempo, dentro de la cual vivió  y se lanzó a la búsqueda de un nuevo sentido de vida, del mensaje de Cristo en la orientación de sus aspiraciones y como respuesta a sus inquietudes. 

2º La actitud de escuchar y de respuesta a la palabra de Cristo que lo llamo por su nombre y lo envió a reparar la iglesia de su tiempo que moral y espiritualmente amenazaba ruina. 

3º La actitud decidida de oración interrumpida, en el sentido evangélico de la palabra: se cultiva el espíritu de oración tanto la comunitaria como la personal o individual. 

4º La liturgia de las horas nos brinda la estructura fundamental para toda la jornada. La experiencia de oración es una experiencia de oración acompañada y dirigida, también es una experiencia de oración solitaria ante la naturaleza, donde se busca ante todo, el encuentro y el contacto con el Señor. 

5º Es importante y es necesario el distanciamiento del mundo, a fin de garantizar un clima sosegado y tranquilo para escuchar la palabra de Dios y para la oración personal; es una experiencia sin la presión del tiempo (no hay relojes, radios, t.v., periódicos ni nada que pueda limitar), solo se tendrá al alcance: Una Biblia, un cuaderno y pluma y, un corazón bien dispuesto para ayudar a entrar en el desierto en busca del rostro del Señor que nos habla en el silencio directamente al corazón. 

6º El  acceso al eremitorio o lugar donde se realiza la experiencia Alvernia, debe estar restringido a personas que sean ajenas a la experiencia, incluso a los mismos jóvenes que no vengan con intenciones de realizar o colaborar con la experiencia Alvernia. Además, el número debe ser limitado. 

7º Entre los jóvenes que realizan su experiencia Alvernia como entre los miembros del equipo coordinador se deberá observar en los momentos necesarios un control de la lengua. Por tanto, es obligatorio el silencio absoluto a partir del Vía Crucis hasta después de la celebración de la liturgia de consagración del sábado por la noche. 

  • Este silencio absoluto obligatorio dispensa los momentos de ambientación con cantos, los grupos de reflexión y las celebraciones de la palabra.

  • San Francisco basándose en Mt 12, 36 pedía a los hermanos guardar el llamado " silencio evangélico"  que consistía en evitar conversaciones inútiles, platicas con las cuales se busca a veces "evadir" la tarea de ponerse a hacer oración y reflexión con lo cual se pierde el tiempo y se hace perder el tiempo a los demás.

  • Ahora bien, el silencio evangélico no es un "mutismo monástico" sino el ejercicio convencido de que el silencio nos conduce a las profundidades de nuestro propio ser, en donde se encuentra Dios y ahí nos espera para realizar nuestro dialogo con Él. Por tanto, nuestro eremitorio por excelencia es nuestro propio cuerpo y nuestra propia alma; el alvernista es el principal interesado en ir al encuentro del Señor que viene a su encuentro. El alvernista debe disponerse a entrar en lo secreto de su corazón y ahí dialogar con Dios.

  • El silencio mental comporta una serenidad interior que es el fruto de la pobreza interior. Consiste en despojarse de todas las preocupaciones y pendientes que se derivan de los trabajos, de las posesiones, de las enfermedades o de la salud física  y espiritual, de los estudios, presiones diversas, etc. Se trata de despojarnos de todo aquello que de hecho, puede distraernos en nuestra búsqueda de Dios y privarnos de su fuerza espiritual.8º La moderación en el comer y en el dormir deben ser las notas características de la Experiencia Alvernia. 

9º Las charlas o la práctica de la meditación o de la oración suelen interrumpirse para realizar alguna dinámica, taller o grupo de reflexión si se juzga conveniente. Es oportuno realizar estas variaciones a fin de evitar el cansancio o inercia del aburrimiento. 

10º  En la realización fructífera de una experiencia de vida con Dios, es necesario observar algunos actos interiores:

  • El silencio interior

  • El espíritu de escucha y atención

  • El espíritu de oración y participación

 Así como al sacerdote le compete el celebrar dignamente su misterio sacerdotal, al Alvernista le compete la tarea de "reposar en silencio, escucha atenta y la participación en la oración personal y comunitaria”. 

De estos actos personales e interiores se desprenden:

  • La adquisición del espíritu de apertura

  • La actitud de oración personal y en comunidad

  • La decisión de escuchar y participar con atención

  • El interés por la lectura y reflexión de la Biblia

  • La ascesis personal libre y voluntaria

  • La docilidad al director personal y a los pastores

  • Participación activa en los grupos de reflexión

  • La estabilidad emocional durante la experiencia

 

 La mística de la Experiencia Alvernia. 

La mística de esta experiencia de Dios debe ser eminentemente una experiencia Cristocéntrica y Cristológica cuyas raíces se apoyan en la persona y en el mensaje del mismo Jesucristo. 

  • Debe ser una experiencia Cristocéntrica porque se centra en la persona de Cristo quien hace verdaderamente libre al hombre. Su persona es el modelo que Dios nos ofrece como camino, verdad y vida que nos conduce a la plena realización de nuestra existencia.

  • Debe ser una experiencia Cristológica porque nos lleva al conocimiento de su mensaje de salvación. Su palabra es la verdadera fuerza que Dios nos ha dado para trasformar, perfeccionar y santificar nuestras realidades en las cuales nacemos, vivimos y nos movemos: Sólo en él encontramos sentido a nuestras vidas. Su palabra es palabra de vida.

  • Por tanto, la mística de la Experiencia Alvernia consiste en reafirmar la opción preferencial por los pobres proclamada en puebla no solo de modo afectivo sino efectivamente; Esto debe significar una opción concreta por una  pastoral juvenil orgánica, donde haya un acompañamiento y apoyo real con dialogo muto entre jóvenes, pastores y comunidades (cfr. Doc. Santo Domingo n 114).

  •  

  • Nuestros jóvenes y adolescentes nos manifiestan realidades y situaciones que nos deben ayudar en el diseño y realización de cada experiencia Alvernia:

  •  

  • Muchos jóvenes son victimas del empobrecimiento y de la marginación social, de la falta de empleo y del subempleo, de una educación que no responde a las exigencias de sus vidas, del narcotráfico, de las pandillas, de la prostitución, del alcoholismo, de abusos sexuales: muchos viven adormecidos por la influencia de la propaganda de los medios de comunicación social y viven alienados por imposiciones culturales, y por el pragmatismo inmediatista que ha generado  nuevos problemas en la maduración afectiva de los jóvenes y adolescentes.

  •  

  • Por otra parte, tenemos que hay jóvenes y adolescentes que  reaccionan al consumismo imperante y se sensibilizan con las debilidades de la gente y el dolor de los más pobres. Buscan insertarse en la sociedad, rechazando la corrupción y generando espacios de participación genuinamente democráticos.

  • Cada vez son mas los jóvenes y adolescentes que se congregan en grupos, movimientos y comunidades eclesiales para orar y realizar distintos servicios de acción misionera y apostólica.

  •  

  • Actualmente, los jóvenes que vienen a vivir nuestras experiencias Alvernias están cargados de interrogantes vitales y presentan él desafió de tener un proyecto de vida personal y comunitario que de sentido a sus vidas y así logren la realización de sus capacidades: Nos demandan y nos reclaman como desafió de ser acompañados en sus caminos de crecimiento en su fe y trabajo eclesial y preocupaciones de transformación necesaria de la sociedad por medio de una pastoral orgánica. Hoy, los jóvenes católicos nos exigen con derecho un acompañamiento espiritual y nuestro apoyo en sus actividades.

  • La mística de la Experiencia Alvernia se sitúa en la perspectiva de la “Opción preferencial por los jóvenes y desde los pobres” a quienes contemplamos como “una juventud que camina, aun sin darse cuenta, al encuentro de un Mesías, cristo, quien camina hacia los jóvenes y sabemos que solo Él hace verdaderamente libre al joven” y por tanto, creemos que es el Cristo que debemos presentar y predicar a los jóvenes que han de venir a vivir su Experiencia Alvernia (cfr. Juan XXIII, Alocución, 11 Octubre . 1962: doc puebla nn 1166 y 1183).

  • La Experiencia Alvernia pretende dar una fuerte y densa evangelización a los jóvenes con el fin de que descubran y experimenten la presencia de Dios en sus propias vidas, para abrirse a su palabra, contemplar su realidad, juzgarla con criterios evangélicos y actuar buscando el mejoramiento de sus vidas ( cfr. Estatutos generales).

  • Es un fin de semana en el cual el alvernista descubre como el Señor tiene un plan muy especial para cada uno.

  • Es una  experiencia cuya característica esencial es la de ser “ un encuentro con uno mismo, con los demás y con Dios”, este fin de semana es una oportunidad mas que el señor nos ofrece para hacernos sentir que cuenta con nosotros y que 

  • El mismo no nos dejará abandonados.

  • Los jóvenes, venidos de muy diferentes lugares y de muy diversos ambientes, desde ocupaciones e intereses muy distintos, el Espíritu Santo los reúne a todos  para escuchar y celebrar la Palabra de Dios. Es como un nuevo Pentecostés donde la gracia del señor les enseña a escuchar las distintas maneras de hablar que tienen los jóvenes comprometidos  con el ideal  que predican; conscientes de que los frutos de la Experiencia Alvernia  no será un mero fruto de la observancia de un tiempo de retiro sino el fruto de la acción de la gracia de Dios que actúa en los corazones de los jóvenes sensibles a su palabra.

  • La munición final de la Eucaristía de clausura, nos sirve para ilustrar este punto que venimos reflexionando:“Estimados hermanos: hoy ha sido un día especial iluminemos con nuestra luz encendida a todos los que nos rodean, hagamos fiesta, abracemos unos a otros, llamemos hermanos aun aquellos que no nos quieren y aman, que nos odian, perdonemos de corazón y vayamos por el mundo con la frente en alto sabiendo que somos amados por el Padre y que Jesús nos ha encontrado y nos ha devuelto el buen camino con el poder de su Espíritu Santo que nos vivifica y fortalece. Vayamos todos juntos a edificar ... una nueva civilización”.


 

La organización de la Experiencia Alvernia.

 

La Experiencia Alvernia es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de toda comunidad Cristiana y Franciscana. Por lo cual, el consejo de Alvernia deberá designar por votación sobre los candidatos propuestos en el mismo Consejo: 

 

  • A los coordinadores y vice-coordinadores tanto de la pre-alvernia como de la experiencia Alvernia.

  • Una vez elegidos y aprobado por la Dirección General del Consejo, los coordinadores y vice-coordinadores deberán reunirse con el presidente del Consejo a fin de elaborar un proyecto para ser presentado en consejo para su aprobación o modificación de acuerdo al objetivo General de la Experiencia Alvernia y del Plan Orgánico de la Diócesis. 

  • El equipo para la realización tanto del Pre-Alvernia como de la Experiencia Alvernia, deberá ser constituido tomando en cuenta las solicitudes de todos aquellos jóvenes Alvernistas que deseen participar como colaboradores en la Experiencia. El consejo deberá tomar en cuenta las cualidades y habilidades convenientes de todos los solicitantes.

 

El mismo Consejo podrá llamar a colaborar aun a aquellas personas que aunque no hayan hecho solicitud  sean consideradas necesarias y aptas para la realización tanto del Pre-Alvernia como de la Experiencia Alvernia.

El Equipo Interno: de la Experiencia Alvernia. 

El equipo interno esta integrado por un coordinador y un vice-coordinador. Ambos son los principales responsables y animadores de toda la Experiencia Alvernia, desde la preparación remota, próxima y de la misma realización y conclusión de la misma. 

Ellos deben cuidar de que las diversas comisiones se preparen con tiempo suficiente antes de la realización de la Experiencia. Para lo cual deberán convocar a tantas reuniones de todo el Equipo de Alvernistas cuantas sean necesarias. Deben supervisar la realización de los talleres de expositores, estar siempre en contacto con el Director General  y con los coordinadores del equipo externo. 

  • Durante la realización de la Experiencia Alvernia los coordinadores deberán estar presente en todas las exposiciones de los temas y las celebraciones litúrgicas, o bien, combinarse. Lo mismo, dirigir las meditaciones de la mañana en la oración y la moderación de las evaluaciones al final de cada jornada durante la Experiencia. 

  • Integrantes del Equipo de Alvernia: 

El equipo para la Alvernia deberá estar constituido también por dos equipos: el sub-equipo interno y el sub-equipo externo: 

El sub-equipo Interno.

--- Coordinador General.

--- Vice-Coordinador General.

--- Equipo de Pastores.

--- Equipo de expositores.

--- Las comisiones:

* Liturgia

* Motivaciones

* Cocina

* Mantenimiento

* Eventos

* Coro

* IBM

El sub-equipo Externo.

 --- Coordinador y vice-coordinador.

 --- Colaboradores.

 --- Asesores.

Nota: La dirección general tanto del Pre-Alvernia como de la Experiencia Alvernia quedo bajo la responsabilidad del Director General quien podrá nombrar uno o dos asistentes o asesores personales. 

El Equipo Externo: de la Experiencia Alvernia. 

El equipo externo esta integrado por un coordinador y por un vice-coordinador. Ambos son los principales responsables y animadores de la Experiencia Alvernia en su aspecto externo. 

Ellos deberán establecer una comunicación y colaboración con los coordinadores del equipo interno y con el Director. 

Los coordinadores del equipo externo deberán asistir a todas las reuniones que convoquen los coordinadores del equipo interno y el Director General. El equipo externo deberá tener por su parte, las reuniones necesarias con su equipo a fin de preparar todo lo concerniente a la Experiencia Alvernia desde antes del inicio de la Experiencia, durante su realización deberán recoger la correspondencia de los familiares de los alvernistas y entregárselas al IBM. También  deberán ponerse en especial atención a los preparativos en el lugar en que se llevara a cabo la experiencia alvernia, de la capilla para la celebración de la Eucaristía de la clausura y la ceremonia de la entrega del fuego nuevo  a los jóvenes. 

La labor del equipo externo es de vital importancia durante el desarrollo y conclusión de la Experiencia Alvernia. Los coordinadores del equipo externo, deberán recibir a los padres de los nuevos alvernistas y acomodarlos en un lugar adecuado antes de la llegada de los jóvenes. Además, deberán encomendar a varios del mismo equipo atender en todo lo indispensable que necesiten los padres.

Los coordinadores deberán encargarse de dar a los padres el tema: La Espera y motivarlos a considerar la importancia que tiene su presencia en estos momentos para los jóvenes. En cuanto se escuche que llegan los nuevos Alvernistas se les ha de invitar a prepararse familiar y espiritualmente para ir al encuentro de sus hijos.

Una vez que hayan llegado los nuevos alvernistas al lugar en que se celebrara la misa de clausura, uno de los pastores deberá motivarlos a realizar una síntesis interior de toda su experiencia y prepararse a participar en la Eucaristía de clausura. En su momento oportuno, el Padre director de la Experiencia Alvernia deberá presentarse ante los padres de los jóvenes y darles una breve información de lo que ha sucedido en la Experiencia.

Los coordinadores del equipo externo de acuerdo a las indicaciones del director de la Experiencia Alvernia, conducirán a los padres en silencio hasta la capilla donde participaran en la celebración de clausura. Durante todo el evento, el equipo externo deberá estar atento y preparado para cualquier imprevisto. 

Los Asesores para la Experiencia Alvernia

Los asesores, de acuerdo a lo indicado en los Estatutos Generales, forman un equipo. Tanto los hermanos religiosos como los diplomados juegan un papel muy importante durante la preparación, realización y el acompañamiento posterior de la Experiencia, pues son ellos los principales apoyos para los coordinadores tanto del equipo interno como del externo.

 

Los asesores cumplen su cometido al instruir y orientar a los equipos y durante la realización de la Experiencia deberán apoyar con sus intervenciones los temas este  o no presente el director de la Experiencia.

Durante las celebraciones litúrgicas deberán estar atentos para informar de todo lo que acontece al director y a los coordinadores. En su relación con los jóvenes que están haciendo su Experiencia Alvernia, deberán mostrarse accesibles y buenos amigos, ayudándoles a todo lo que ellos necesiten aunque no lo pidan. 


De ser posible, se deberá realizar las evaluaciones de cada jornada durante la Experiencia. Y es aquí donde los asesores deberán corregir y orientar humilde y caritativamente cualquier cosa que haya o esta saliendo mal. Los asesores desempeñaran un papel nuclear en la buena marcha de este evento. 

El mismo director de la Experiencia Alvernia antes de cualquier intervención suya si lo cree conveniente podrá solicitar la asesoría de cualquiera de ellos a fin de ubicarse y responder de acuerdo a las indicaciones de ellos.

Los expositores de tema y organizadores de las dinámicas podrán hacer lo mismo. Dado que los asesores son jóvenes que han vivido intensamente varias Experiencias y han participado en los ejercicios de los ministerios delegados al servicio de los jóvenes.

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Cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.......San Francisco de Asís.

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